INMOBILIARIA EN TENERIFE
En un proceso de divorcio, la vivienda compartida suele ser uno de los bienes más conflictivos. Cuando uno de los cónyuges desea vender la propiedad pero el otro se niega, existen diferentes opciones legales para resolver la situación.
Lo más recomendable es siempre intentar llegar a un acuerdo entre las partes. Si ambos cónyuges pueden consensuar la venta de la propiedad, el proceso será mucho más rápido y menos costoso. Además, permite que ambas partes puedan beneficiarse equitativamente de la transacción.
Si el acuerdo amistoso no es posible, se puede recurrir a la mediación. Un mediador ayudará a ambas partes a negociar y encontrar una solución que sea aceptable para ambos. Este proceso evita tener que recurrir a la vía judicial, lo que ahorra tiempo y dinero.
Si uno de los cónyuges se niega a vender la propiedad y no se llega a un acuerdo, es posible recurrir a la vía judicial. En este caso, se puede solicitar la "división de cosa común", un procedimiento legal que permite a cualquiera de los copropietarios forzar la venta del bien común. El juez puede ordenar la venta de la vivienda, incluso si una de las partes se opone.
Otra alternativa es realizar una extinción de condominio, que consiste en que uno de los cónyuges adquiera la parte del otro y se quede con la propiedad. Esta opción es viable cuando uno de los cónyuges tiene los medios financieros para comprar la mitad del otro, evitando la necesidad de vender la casa a un tercero.
En caso de que no haya acuerdo entre las partes y ninguna pueda adquirir la parte del otro, la venta de la vivienda a un tercero es la opción más común. Si se llega a este punto, un juez puede ordenar la venta de la propiedad en subasta pública si las partes siguen sin ponerse de acuerdo.
Es importante destacar que, independientemente del régimen económico matrimonial, si la casa se considera "vivienda familiar", se necesitará el consentimiento de ambos cónyuges para proceder a la venta. Además, si hay hijos menores, el juez podría priorizar su bienestar, lo que podría afectar la decisión de venta.
Si te encuentras en una situación en la que uno de los cónyuges no quiere vender la casa en un divorcio, lo ideal es intentar llegar a un acuerdo amistoso o recurrir a la mediación. Sin embargo, si esto no es posible, existen opciones legales como la división de cosa común o la extinción de condominio para resolver el conflicto.
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Fuentes consultadas:
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